8 de agosto de 2011

De cómo meter un papel en una botella

-Disfruta de lo que queda de verano, sal de fiesta, baila, emborráchate, pero controla ¡eh!, estudia, ah no, que eso me lo tienes que decir tú a mi, ponte morena, échame de menos y no te olvides de mi. ¡Ah, y tráeme algo!

-Vale, tú estudia.
Que va, pásatelo genial pero sobre todo acuérdate de mi, y llámame. ¿Qué quieres que te traiga? ¿Conchas?

-No, no, no... Arena de la playa. Arena dentro de una botella, pero de vino, de las verdes, que son más bonitas, y con un mensaje dentro donde ponga lo muuuuuucho que me has echado de menos.

-No me gusta el vino, ¿te vale de coca-cola?


Total, que mis vacaciones en la playa se resumen en robar botellas de los restaurantes y coger arena en un tupper. No sabía yo que te podían poner hasta tres tipos de botella de cristal de coca-cola, así que me dediqué a coleccionar las tres modalidades, sin preguntar en ninguno de los sitios si me las podía llevar.
Me había montado mil movidas mentales sobre mi manualidad. Sí, de esas que tienen la culpa de decepcionarte cuando lo has terminado.
Cuando tuve todo encima de la mesa del salón, puse la cocina patas arriba en busca de un colador, que no encontré. Y como la cosa iba de trabajos manuales me hice yo el mío.
Cuando ni un mísero cucurucho de papel me salió decente empecé a sospechar que quizás no me iba a quedar tan bien como pensaba.
Corté el pico del cucurucho (no mucho, no vaya a ser que formase una playa en el salón del apartamento), pero mi prudencia fue excesiva. Cuando vertí casi la mitad del tupper en el cucurucho tuve que esperar unos siete minutos a que pasase toda la arena por el diminuto agujero...
Cuando tenía la botella llena a la mitad cogí papel y un boli para dar rienda suelta a mi capacidad creativa (nótese la ironía). Al final terminé rellenando un papelajo de 2cm² con frases chorras y dibujitos de poca dificultad.
Ahora tocaba lo más dificil: meterlo en la botella.
Hecho un rulito lo introduje por la parte superior. Y echo un rulito se quedó dentro... (,zdfhliuv9vdb82!!!) ¿cómo podía haber cogido forma en una milésima de segundo?
Con ayuda de una cuchara de madera con un palo de unos 20cm que había encontrado al dejar la cocina como si hubiese pasado un circo, la cual encuentro bastante poco útil para lo que al arte culinario se refiere, pero perfecto para lo que yo la pensaba utilizar, clavé el papelito en la arena que ya había dentro e hice un intento de estirarlo.
Volví a coger mi estupendo cucurucho y le hice un agujero más grande. Luego lo puse de nuevo sobre el cuello de la botella y metí la arena que faltaba por echar.
Al mirar el resultado no había ni rastro del papelito. Si movias la botella con paciencia quizás podías llegar a leer el par de chorradas que ponía del tipo la canción de Bob Esponja. Y ahí es cuando volvió a aparecer para reírse de mi, la super hiper idea que me había hecho del souvenir chachi que le iba a regalar a mi novio. ¡Cuánto daño ha hecho Art Attack!

Así pues, más que un recuerdo le llevo un pasatiempos, y ya de pasó le podré contar que me tiré una noche hasta las 3 de la mañana pensando... ¿cómo coño meten maquetas de barcos ahí dentro?