22 de agosto de 2012

Una vela no pierde su luz por compartirla con otra

Ofrecer un caramelo, la mano o una sonrisa son cosas aparentemente insignificantes que, a veces, por ser lo más sencillo de regalar, es lo que más nos cuesta.
"Solidaridad" es una palabra que la mayoría de las personas asocian a ONGs y gente que realmente vive en la miseria, pero... ¿Cómo vamos a ser capaces de ayudarles a ellos si no somos solidarios con los más próximos y en el día a día? Con las cosas más sencillas.
Por no ser capaces de darnos cuenta de esto, nuestra miseria se convierte en el doble de aquellos que creemos que necesitan de nuestra solidaridad.
No cuesta nada dar lo mejor de ti. Todos y cada uno de los días. Allá donde estés. Que si todos los hiciésemos, el mundo sería mil veces mejor, pues, pequeños detalles consiguen grandes logros, y muchos granitos de arena llenan playas.

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